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Es muy probable que hayas oído hablar del síndrome de los isquiotibiales, puesto que la patología es muy frecuente en deportistas. Sin embargo, en la clínica también lo observamos en personas sedentarias. Te explicamos qué es, cuáles los factores de riesgo para que se produzca, y como lo diagnosticamos y tratamos en Centre Kine.
Los músculos isquiotibiales son un grupo muscular que se encuentra en la parte posterior del muslo. Son biarticulares, es decir que coordinan dos articulaciones, en este caso rodilla y cadera. Además, trabajan de forma excéntrica (en estiramiento).
Principalmente, su función es la de actuar como extensores de la cadera y flexores de la rodilla. También la de contener la tendencia a la flexión de la cadera, producida por el cuerpo durante la fase de apoyo de la marcha. Esto los hace necesarios para correr, saltar o bailar… o simplemente para estar de pie.
Estos músculos se consideran los principales antagonistas (con función contraria) del cuádriceps. Hecho que además, genera la necesidad de equilibrar las fuerzas entre ellos.
En la parte insercional de cualquier músculo con el hueso, encontramos los tendones. La función principal de estos tendones es la transmisión de la fuerza contráctil hacia el hueso para generar movimiento. Hechos como la repetición del movimiento y la desadecuación de cargas pueden producir degeneraciones del tejido tendinoso (tendinopatías), o en también, como en este caso, ocasionar rupturas de las fibras musculares.
El síndrome de los isquiotibiales es el desgarro muscular o inflamación que afecta los músculos homónimos, y que se manifiesta como un dolor repentino y agudo a la parte posterior del muslo. Además, cuando se produce ruptura suele haber sangrado, por lo tanto, también es normal descubrir la presencia de hematoma en la zona afectada. También hay que tener en cuenta la proximidad del nervio ciático, puesto que puede dar lugar una posible lesión asociada.
Como en el caso de muchas patologías pueden intervenir factores de riesgo intrínsecos o extrínsecos. En este caso lo hacen:
Como factores extrínsecos:
Como factores intrínsecos:
El diagnóstico se realiza mediante anamnesis y exploración física del paciente. Además, se debe confirmar con pruebas de diagnóstico por imagen como la ecografía, o la resonancia magnética en el supuesto de que la primera no fuera suficiente.
En el diagnóstico por imagen es importante valorar que estructuras asociadas, como el nervio ciático, no están lesionadas, así como reconocer el tipo de lesión, puesto que determinará los tiempos de recuperación y el tipo de ejercicio pautado.
El correcto diagnóstico también nos permitirá valorar si hacen falta otras intervenciones.
El tratamiento se basará en un programa de fisioterapia dividido en tres etapas/fases, porque la recuperación de una ruptura de este tipo puede durar habitualmente entre tres semanas y tres meses.
Los primeros días, 24-72 h después de la ruptura y diagnóstico.
En esta fase básicamente podemos incluir un tratamiento pasivo y analgésico. Utilizamos compresión, terapia manual, tratamiento de tecarterápia (INDIBA), movilidad o punción seca, entre otros. Y una pauta de ejercicios isométricos, sin desplazamiento, más suaves, pero que nos permitirán acelerar el proceso.
Hasta las dos primeras semanas después de la lesión.
Antes de iniciar esta fase, habremos hecho ecografías de seguimiento para evaluar el estado del tejido. A todo el tratamiento anterior, añadiremos ejercicio más activo, siempre que el dolor y el tipo de rotura lo permita. Podemos usar ejercicio más aeróbico para aumentar la movilidad, y ejercicio de fuerza con peso, así como herramientas de tipo BFR (Blood Flow Restriction)
Puede empezar antes de que acabe la fase subaguda en función de la gravedad de la lesión.
Para empezar valoraremos el estado muscular que observemos en la ecografía. Esta fase se basará en ejercicios de más alta intensidad, más carga de entrenamiento y fuerza. Así como el salto o el gesto con el que el paciente se lesionó.
Por lo tanto, a Centre Kine basamos el programa de rehabilitación en recuperar la fuerza y permitir una correcta alineación de las fibras, haciendo uso de ejercicio durante todas las fases. Además, todo el proceso de rehabilitación está guiado por un fisioterapeuta especializado que te ayudará y te asesorará.
En Centre Kine disponemos de las herramientas necesarias para el diagnóstico y tratamiento de esta patología.
Si has identificado alguno de los síntomas descritos, podrías sufrir síndrome de los isquiotibiales. No lo demores, te podemos ayudar. Ponte en contacto con nosotros a través del teléfono 973233703 o enviando un correo electrónico a [email protected].
Nos encontrarás en Lleida: Paseo de Ronda, 164 o en la calle Santa Cecilia, 20.
Nos avalan treinta años de experiencia trabajando con los mejores profesionales especializados.
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