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En este artículo te explicamos qué causa estrés y por qué aparece. También cómo nos afecta y qué podemos hacer para prevenirlo.
El estrés puede venir de la mano de diferentes factores tan diversos como ritmo de vida acelerado, constante afán de superación, situaciones desconocidas, desagradables o inquietantes.
En definitiva, cualquier tipo de situación que provoque que nuestro cerebro, y consecuencia nuestro cuerpo, se pongan en alerta ante un peligro o desafío.
Se denomina estrés a cualquier estímulo intrínseco o extrínseco que provoca una respuesta biológica.
Por lo tanto, el estrés no es otra cosa que la respuesta a un estímulo, que, según el tipo, el momento y la gravedad, puede ejercer diversas acciones en el cuerpo que van desde alteraciones en el equilibrio (homeostasis) hasta efectos potencialmente invalidantes.
En muchos casos, las complicaciones fisiopatológicas surgen del estrés. No es casual que sujetos que trabajen o vivan en entornos estresantes tengan una mayor probabilidad de sufrir enfermedades y afecciones patológicas. Ya que el estrés puede ser un factor desencadenante o agravante de muchas de ellas.
Según algunos estudios se ha demostrado que el estrés tiene múltiples efectos sobre el sistema nervioso. Además, modifica la secreción de hormonas, que desempeñan un papel fundamental en la función del sistema inmunológico, dando lugar a un sistema inmune deteriorado.
Una de las hormonas que resultan afectadas por el estrés es el cortisol. Esta hormona se encarga de intervenir en el metabolismo, regular los niveles de inflamación, controlar la presión sanguínea y los niveles de azúcar en sangre. Así como, de elevar la energía y mantener el ciclo día/noche.
Cuando nos vemos afectados con altos niveles de estrés, el cortisol se segrega de manera prolongada. Esto provoca en nuestro cuerpo un estado de lucha interna que altera todos los sistemas. Entre ellos, y uno de los más importantes, nuestro tejido blando, es decir: piel, tendones, ligamentos, músculos…
Pero el estrés no afecta solamente al sistema nervioso e inmunológico. Al recibir un estímulo estresante tendemos a tensar automáticamente la musculatura de la cara, cuello, mandíbula y espalda. Esta reacción se debe a que el cuerpo se prepara para una situación de lucha o alerta. Esta tensión muscular asociada al estrés puede provocar también a largo plazo, cefaleas tensionales, fatiga y dolor crónico.
Por lo tanto, es importante tener hábitos saludables, llevar una dieta equilibrada, practicar ejercicio físico de manera habitual y realizar tratamientos especializados en la reversión del estrés en el cuerpo.
La fisioterapia te ayudará a manejar los efectos físicos del estrés sobre el cuerpo, cómo puede ser la tensión muscular, las cefaleas tensionales y el bruxismo entre otros. Además, podemos pautar ejercicio terapéutico destinado entre otras cosas a mejorar los niveles de estrés y el descanso.
Nos encontramos en Lleida desde 1990. En Centre Kine contamos con un gran equipo de expertos profesionales especializados en diferentes áreas terapéuticas orientadas a la rehabilitación, las terapias globales y la prevención.
Contacta con nosotros, te indicaremos cual es el mejor tratamiento en tu caso.
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