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Si sientes debilidad en la piernas, dolor en la parte baja de la espalda que irradia hacia la pierna o glúteo y te cuesta flexionar el tronco podrías sufrir una protrusión discal lumbar o una hernia discal. Te lo contamos.
Una hernia discal es una lesión del disco intervertebral (o núcleo pulposo), que consiste en su desplazamiento hacia la raíz nerviosa. Como consecuencia, está posible compresión del nervio, puede provocar sintomatología neurológica en la zona afectada, así como hacia sus zonas inervadas.
Existen varios tipos de hernias discales clasificadas según su localización. Por lo general las más frecuentes se dan en las zonas lumbar y cervical. También se clasifican según la cantidad de disco y de material herniado. Hay una fase más leve, llamada protrusión discal que consiste en una deformación, sin rotura, del disco intervertebral
Los discos intervertebrales con las láminas, los pedículos y las apófisis articulares de las vértebras adyacentes crean el espacio por donde pasan los nervios espinales. Los discos intervertebrales están formados de un anillo fibroso exterior, un núcleo pulposo y las placas terminales cartilaginosas que anclan el disco a sus vertebras.
Existen factores que predisponen a la aparición de hernias o protrusiones discales como:
Sufrir alguno o varios de los síntomas que describiremos a continuación podría indicar la existencia de una hernia o protrusión:
Si es tu caso, un especialista debería estudiar y evaluar tu caso.
Para determinar la existencia o no de hernias o protrusiones se efectúa:
El tratamiento en una hernia discal puede ser lento y prolongado. Suele empezar con un corto periodo de reposo relativo, no total, en el que se intenta mantener al máximo la actividad normal, siempre que el dolor lo permita, pero reduciendo cargas en entrenamiento o posiciones mantenidas que aumenten los síntomas.
Mantener ejercicio físico moderado, que no empeore los síntomas, es siempre una buena opción en todos aquellos pacientes que no presenten una lesión ósea, también en los pacientes con radiculopatía aguda en el contexto de una hernia discal.
El tratamiento conservador, y no quirúrgico, suele ser suficiente en la mayoría de los casos. En este sentido, la fisioterapia mejorara los síntomas y dolores neuropáticos.
Cuando el tratamiento conservador no es suficiente, y en caso de que los síntomas sean auténticamente graves, se puede recomendar el tratamiento quirúrgico, que tiene como objetivo la liberación de la raíz nerviosa afectada.
En Centre Kine te guiamos durante todo el proceso de recuperación.
Si sospechas que podrías tener una hernia o protrusión discal, presentas síntomas parecidos o bien te han diagnosticado de alguna de las anteriores o tienes dudas, llámanos al número de teléfono 973233703 o mándanos un WhatsApp al 677561659
Estamos a tu disposición en las dos clínicas de Lleida: Paseo de Ronda 164 y Santa Cecilia 20 (Cappont).
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