Cristina Banlles

Cristina Banlles


Cuando el médico de urgencias me comunicó que tenía una parálisis de Bell me quedé bien preocupada. Me dijo que no era nada grave, que la parálisis facial no suele dejar secuelas, pero hay que tener paciencia y no desesperarse. Me recetó una medicación y me aconsejó que hiciera cada día unos ejercicios para que el nervio facial, entonces dormido, se fuera estimulando y poco a poco se despertara. Una amiga me aconsejó que buscara un buen lugar para hacer la rehabilitación, y enseguida pensé en el centro Kine.

Desde el primer momento percibí que, hiciera lo que hiciera allí, me funcionaría. Desde las chicas de recepción, a todos los profesionales que me atendieron, noté que aman el trabajo y que aprecian a todos los pacientes que asisten. La amabilidad y empatía que desprenden hace que uno se predisponga ya a encontrarse mejor. En mi caso, Jordi Segura me recomendó hacer unas sesiones de rehabilitación con Josep, unas sesiones de acupuntura con Loli y unas sesiones de osteopatía con Angels. De los tres sólo puedo decir maravillas. Buenos profesionales y buenas personas que me han ayudado a superar un mal trago. Evidentemente, el paciente tiene que poner de su parte, debe creer en lo que le hacen y debe seguir los consejos que ellos te mandan para hacer en casa. Sin embargo hay una parte, que es la de la profesionalidad, que se tiene o no se tiene, y en este caso, si alguien tiene que pasar por una experiencia similar a la mía, que no dude ni un momento en ponerse en sus manos.

Aún no estoy curada del todo, pero sé que me pondré bien, y será, en gran parte, gracias a la gente que me ha hecho este acompañamiento desde Centro Kine.

Muchas gracias a todos y todas!