Deglución atípica

Publicado en la revista MESALUT el mes de setiembre de 2014.

Ana es una niña que vino a la consulta de logopedia con un diagnóstico del otorrinolaringólogo: presentaba respiración oral y deglución atípica con una interposición lingual que le estaba provocando un avance del maxilar superior. Hay que decir que anteriormente, a los 3 y los 6 años, había sido intervenida de vegetaciones porque éstas le provocaban la obstrucción del paso del aire cuando respiraba, por lo que era necesario que adquiriera el hábito de la respiración oral que presentaba. Al mismo tiempo, también había sido intervenida con la colocación de drenajes transtimpánicos porque presentaba otitis media serosa de forma repetida.

Ana nunca había recibido tratamiento de logopedia y había decidido asistir al Centro Kine por recomendación de su otorrinolaringólogo.

Las primeras sesiones de logopedia se centraron en la realización de pruebas exploratorias en las que se evidenció un hábito de respiración oral, un hábito de interposición lingual en reposo y un hábito de interposición lingual durante el acto de la deglución que, como consecuencia, también habían supuesto una alteración generalizada de los órganos implicados en la deglución y que se traducía en un adelantamiento del maxilar superior, una falta de tonicidad, una movilidad y agilidad de los órganos bucofonatorios y una excesiva tensión mentoniana.

Una vez analizamos los resultados obtenidos con las exploraciones pertinentes, se procedió a programar el tratamiento y ponerlo en práctica, con una periodicidad de una sesión por semana, siguiendo los objetivos planteados, que fueron dirigidos al establecimiento de una respiración nasal y costodiafragmática, un equilibrado de la musculatura implicada en la deglución (con una consecuente mejora de la tonicidad, la movilidad y la agilidad de los órganos, a través de la realización de ejercicios prácticos adecuados a sus necesidades), el aprendizaje de un patrón correcto de colocación de la lengua en reposo y el aprendizaje de un patrón correcto de deglución de líquidos y todo tipo de alimentos.

Con el paso del tiempo, con las pautas que se iban proporcionando desde el servicio de logopedia, la coordinación que se llevó a cabo entre los padres y la logopeda, y el esfuerzo y el afán que se estaba realizando por parte de todos, pero especialmente por parte de Ana, conseguimos que el tratamiento diera sus frutos. Al hacerse evidentes las mejoras se decidió ir espaciando las visitas de Anna, por lo que se fue pasando de una visita por semana, a una visita quincenal y, posteriormente, mensual, para poder comprobar que los aprendizajes se estaban generalizando.

Actualmente, después de un año y medio de tratamiento, los objetivos se han cumplido. Ana es una niña que respira de forma nasal con normalidad y que presenta una deglución completamente normalizada.


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